viernes, 20 de diciembre de 2013

Sindrome de Down: Iguales pero diferentes

A través de una de las exposiciones que han realizado nuestras compañeras en clase hemos podido conocer desde una perspectiva más cercana el mundo que rodea a esta discapacidad, incluyendo en ésta los aspectos positivos y, también, negativos que viven estas personas.

Trasladando esta discapacidad al sistema educativo... ¿Cómo debemos abordarla? ¿Realmente la posibilidad de escolarizar a las personas con Síndrome de Down en lugares especializados es mejor que su escolarización en una escuela/instituto público? 

La clave y, por tanto, la solución de esta duda está, desde nuestro punto de vista, en la adaptación curricular. Nosotras pensamos que la adaptación curricular, tanto del aula en concreto como del centro en su conjunto, se hace totalmente necesaria para un buen desarrollo tanto de sus capacidades cognitivas como de su buena adaptación y sociabilización con el resto de entornos y personas, lo que no llevaría a muchas familias a escoger la opción de un centro especializado. Y esto no sólo es necesario para este tipo de discapacidad sino para todo el conjunto de alumnos discapacitados para, así, poder atender y satisfacer todas sus necesidades de una manera correcta.

Por ello, y para que no se den situaciones de desatención por parte del profesorado o incluso discriminación por parte de sus compañeros, el currículum debe basarse en un correcta motivación y estimulación con el fin de compensar todas sus limitaciones.

¿Realmente esto se puede conseguir? Por supuesto que sí, siempre que el centro esté dotado de profesionales preparados y cualificados para ello, que sean capaces de integrarlos con el resto de alumnos y se adapten a su evolución, convirtiéndolos así en un alumno más

Si no es así, lo cual nos parece de un terrible sentido de la profesionalidad, se pueden llegar a dar casos de tremendas injusticias donde estas personas quedan incluso desescolarizadas, algo que como profesionales de la educación no podemos permitir.

En este sentido, se creó la asociación Asindown que promueve la socialización de los niños y niñas con esta discapacidad centrándose, a su vez, en su desarrollo individual con el objetivo de conseguir su inclusión en la sociedad, de forma que ellos y ellas se sientan valoradas y capaces de tener una función dentro de la sociedad en la que se desarrollan, lo que les permite sentirse personas realizadas y felices con lo que hacen.


En definitiva, la inclusión de las personas discapacitadas en la sociedad y en las escuelas es un aspecto que, en muchas instituciones educativas, lamentablemente todavía no está consolidado. Por ello, como educadores y educadoras debemos promover su importancia y hacer consciente a la sociedad de no son personas inferiores sino diferentes, pues si promovemos una buena actuación pueden llegar a ser personas brillantes. 
                                                     

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